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sábado, septiembre 20, 2008

Un Poema de SUSANA SZWARC

(De “En lo separado”, Ultimo Reino, l988)

Horas

Esa niña flaca, decimal con su flor

roja al ladito del borde: mira claramente al que

levanta la pala

un pie va a hundirse –con la pala –en el montón de barro.

Es la hora del entierro y la flor

por arte de magia será libro.

La niña –que no sabe-

lee “sobre el dolor inmensurable

los nietos no nacidos”.

Nos distraemos por el sonido de un saxo

que comienza a trepar –metálico –

hacia atrás y salen más niñitas de los ranchos.

Es la hora del pedido:

ejendú ché, omé é ché un pedacito de pan

-golpean, esos niños, sin padres

-otra vez, piden pan

-¿no les dan?

Ordenemos la historia ¿Evita había muerto?

¿Perón había caído? ¿Su estatua destruída en

la placita Sarmiento? ¿Yo tenía el sarampión?

¿Cantaba Ramona Galarza? ¿Tu perro

aquella noche era un lobizón? ¡Oh!, sí, tal vez tu perro

aquella noche, era. Lame la sal del cuerpo y

las tan estrellas caen, por mí.

El lobizón desvanece de cercanía. Apenas

alcanzamos los breteles. Maldito gallo, que se

calle. Y que nadie sepa nunca.

Otra hora: tu siesta, los mosquiteros hacen

marchas hexagonales sobre mi morena

piel más vieja que el sulki

verás la polvareda y en ella el surco

¿dónde aún me harías caer?

(la longitud del muro hace a la partida

de los perros)

Recordemos: la niñita –la de la flor roja-

detenida como en un recital infinito y el saxo:

único movimiento acompañado por el taburete

donde una madre oye:

-¿quién no ha leído a Nietzche a los 17 años?

dirá él, ágil sus dedos arman cigarrillos

sus ojos alucinan patios y potras.

Dirá, es la hora de jugar: serás Yocasta

y juegan al día más perfecto de la historia.

Guardan azúcares aceites en el jarrón de lo indecible

juegan a encontrar los fierros para disparar: a los gatos

las alarmas al hueco del jarrón y a sacar al muerto

de su torpeza: su obstinación de muerto.

Arrancan flores hasta la niña decimal

jadean:

ningún patio es completo

ni siquiera el de la madre.

Recordemos: el saxo, las horas,

la niña que dice es la hora

y vuelve a leer.


SUSANA SZWARC nació en Quitilipi, Chaco. Publicó El artista del sueño y otros cuentos (Tres tiempos, 1981); En lo separado (poesía, Ultimo Reino, 1988); Trenzas (novela, Legasa, 1991); Bailen las estepas (poesía, De la Flor, 1999); Bárbara dice (poesía, Alción Editora, 2004).El azar cruje (Catálogos, 2006). Ha escrito también teatro y literatura infantil. Recibió, entre otros, el Premio UNESCO, el Premio Antorchas a la creación artística y el Premio Concurso Intrnacional de Cuentos Julio Cortázar. Algunos de sus textos han sido traducidos al alemán, inglés, chino mandarín y catalán. Coordina talleres literarios.

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